¿Amas lo que hacés? ¿Disfrutas de lo que hacés?
Si has respondido negativamente, tenemos dos opciones:
a- tienes un problema de actitud y hagas lo que hagas, terminarás pasándola mal
b- estás en el lugar incorrecto haciendo algo por inercia, pero totalmente alejado de aquello que te apasiona.
Hace poco tiempo leía una frase de Tom Peters que comparto totalmente:
“Si usted no se divierte con su trabajo, está en el trabajo equivocado”.
En esta misma dirección opinan Charles Albert Poissant y Christian Godefoy:
“Sobre diez personas, ¿cuántas pueden jactarse de gustar realmente de su trabajo? Muy pocas. Porque, lamentablemente, la mayoría de la gente no ama lo que hace. Y lo más dramático es que están convencidos de que no pueden hacer nada, de que jamás podrán modificar su situación, en suma, de que el azar de la fortuna (o más bien de la mala fortuna) los ha condenado a una vida mediocre.
¿No te parece grave, incluso trágico, morirse sin haber hecho lo que te hubiera gustado hacer?
Te propongo pensar en una jornada común de tu existencia. Trabajas ocho horas por día, en un trabajo que te desagrada, y dormís otras ocho horas diarias. Te quedan entonces ocho horas, ocho desdichadas horas que por lo general emplearás en recuperarte y en intentar olvidar las frustraciones acumuladas durante la jornada. ¿Te parece que eso es vida? Sin duda, no. Y, no obstante, continúas con ella porque te crees obligado. Esta concepción pasiva y fatalista es errónea.
Por lo tanto lo que le impide a la mayoría de la gente hacer lo que desea es que no creen que eso sea posible. Lo que esperan de la vida, el aburrimiento, la frustración, los obstáculos, los ingresos mediocres, ¡pues bien!, eso es lo que obtienen.
Entonces, cambia tus expectativas. No estás para vegetar o sobrevivir. No te resignes a dejar de lado aquello que te gustaría hacer. Nunca progresarás del todo en alguna actividad donde tu corazón no puede estar involucrado. Sin esa chispa no puede haber energía o entusiasmo. Haz ESO que vienes dilatando. ¡Vamos! Quizá el cambio sea progresivo, de a poco. Pero, vale la pena intentar alcanzar los sueños...¿No te parece?.
KARINA VIMONTE
No comments:
Post a Comment